Tuesday, November 11, 2014

Crónicas de Tragedias Latentes

En la mañana del 6 agosto de 2013 sucedió la que se considera la peor tragedia ocurrida en la historia de la ciudad de Rosario. Una fuga de gas en un edificio de tres torres, ubicado en Salta 2141, provocó la explosión y el derrumbe completo de la torre central. Más de 60 personas, resultaron heridas y tras días de búsqueda y rescates, el saldo de vidas que se cobró la tragedia, ascendió a 22. También hubo pérdidas materiales y emocionales en los edificios de la zona del desastre. 

Además de las consecuencias mencionadas, la explosión desencadenó algo más: encendió en la ciudad una suerte de "psicosis". En los medios se hicieron cotidianas las noticias de alertas por fugas de gas y fue así que, el olor a gas que cualquier hijo de vecino sentía hacía tiempo en su pasillo, en el ingreso al edificio o en su casa, se transformó en tragedia en potencia.
Toda conexión de gas quedó bajo sospecha y en más 160 edificios en la ciudad hubo una señora , un joven, o una o más madres aterrorizadas que decidieron no mirar para otro lado ante irregularidades en el suministro de gas y hacer la denuncia en Litoral Gas, la empresa concesionaria del servicio en la provincia.



En esta línea de tiempo, una muestra de ese proceso que se desencadenó de miedo; de detección y denuncias de irregularidades en el suministro del servicio; y del accionar de Litoral Gas ante esas situaciones.
La Municipalidad de Rosario, así como Litoral Gas, impulsaron un relevamiento del estado de las conexiones de gas de los edificios antiguos, inspecciones e instalación de nuevos reguladores.

Basta de atar con alambre, al menos por ahora
Dentro de cada noticia, de esos más de 160 cortes de gas, hay historias, hay personas que rompieron con el transcurrir de negligencias, impericias y precariedades y materializaron sus miedos a través de una denuncia en Litoral Gas.
Aquí 4 historias en la voz de sus protagonistas:

Paula es inquilina y comparte el departamento con amigas, estuvo 5 meses sin gas. En su historia aparecen situaciones de malestar debido a que la administración no consultó a los vecinos antes de llamar a la empresa "se sabía que si llamaban a Litoral Gas iban a cortar". También se retrata cómo la empresa agudizó los controles y exigió las adecuaciones reglamentarias para restituir el suministro.


Micaela vive junto a su hermana, alquiló su departamento una semana antes de que comenzara el inconveniente con el gas y pasó 10 meses sin el servicio. En su relato aparecen demoras en enviar operarios, falta de más personal, conflictos entre gasistas matriculados, vecinos y empresa.

 

Iván es el encargado del bar que está instalado en un local de un edificio. Cuenta las dificultades de no tener gas, sumando las pérdidas económicas que ocasionó esta situación a su comercio.


Natalia estuvo sin gas 3 meses y ella cuenta que "el olor a gas estuvo siempre, desde que yo alquilaba ahí", para luego cerrar su testimonio con un: "vinieron, conectaron y no revisaron nada...hay días que hay muchísimo olor a gas, mucho más que antes".


Estas historias condensan todos los elementos del fenómeno, deficiencias de larga data naturalizadas, un hecho que funcionó como alerta y ahí sí, la toma de conciencia. En el caso de la empresa: falta de controles, flexibilidad en el cumplimiento de la norma, el hecho que funcionó como alerta y entonces sí, la toma de recaudos, agudización de los controles y procedimientos.
En ambos casos, hay señales de que la reacción podría ser sólo, mientras dure el temblor.

El debe y el haber del aspecto institucional

El Rol de Enargas

Consultamos al asesor legislativo de un diputado nacional por Santa Fe, quien describió el escenario actual en materia de derechos y obligaciones de Litoral Gas y Enargas (Ente Nacional Regulador del Gas).

"La explosión de calle Salta generó una intensificación de las actuaciones por parte de Litoral Gas S.A. para evitar situaciones de riesgo. En ese marco, comenzó a exigir puntillosamente que los inmuebles estén adaptados a las últimas normativas, que muchas propiedades no cumplen, y entonces optaron por cortar el suministro hasta tanto se regularice la situación. Nosotros estamos de acuerdo con la aplicación de normas para garantizar la seguridad, lo que queremos pedir es un mecanismo para poder hacer las adecuaciones sin crear más riesgo, actuando de modo rápido, eficiente y buscando financiamiento ".

En referencia a ENERGAS expresó: "es necesario que reasuma una función del Estado y establezca un mecanismo de verificación de llamadas, constatación de la existencia de un problema grave, e informe del plan de adecuación exigido a los vecinos, antes de dar intervención a la concesionaria para activar un corte del servicio de gas natural, al tiempo que, durante el periodo de corte, audite los procedimientos aplicados por la empresa en el control de la ejecución de las obras y su aprobación".

Las deudas pendientes de Litoral Gas

Pese a los intentos de hablar con la empresa concesionaria, luego de la tragedia, los directivos han determinado no conceder entrevistas a la prensa.

El asesor legislativo, por su parte, nos brindó la siguiente información: "aún en el supuesto de que ENARGAS asuma la responsabilidad de las inspecciones previas a los cortes, Litoral Gas debe invertir más en recursos técnicos y humanos para los controles previos a las rehabilitaciones. De lo contrario, la cuestión pasa por plantear la necesidad de optimizar los procedimientos y recursos de la prestataria para realizar las verificaciones domiciliarias y disponer las suspensiones primero y las habilitaciones después. Tiene que multiplicar la capacidad de realizar inspecciones para reducir los plazos y transparentar el seguimiento de los trámites y el acceso a la información por parte de gasistas matriculados, administradores y vecinos".

Al parecer, frente a este panorama, en el que los cortes de gas se suceden a diario, hay que pensar en un doble plano. En lo inmediato, que el Estado a través del ente regulador tome participación, y a mediano plazo, resulta esencial pensar en un esquema que comprometa y active la participación de todos los sectores para dialogar sobre la reglamentación que hace que Litoral Gas S.A. le corte el suministro a decenas de edificios.
 
Los principales inconvenientes detectados están constituidos por la lentitud con que Litoral Gas hace las inspecciones y la falta de información. Los turnos se acuerdan con un plazo de 60 días y sí es necesario hacer una corrección nuevamente hay que pedir turno por el mismo plazo. Este plazo primero corre para el edificio, cuyo servicio se rehabilita con 1 a 10 unidades y luego se reproduce para cada departamento (cada departamento que no ingreso en la primera habilitación debe gestionar su turno o varios turnos, si no supera en la primera oportunidad). Para agravar aún más la situación, los gasistas presentan el proyecto de obra y no tienen dictamen previo a realizar los trabajos, puesto que de lo contrario se demorarían aún más. Por otra parte, ni siquiera los gasistas pueden acceder al seguimiento del expediente, respecto del cual no se les entregan constancias de recepción (copias firmadas) de los documentos presentados. En el caso de vecinos y administradores, que tienen un interés legítimo, están excluidos de revisar el expediente y deben confiar en la información provista por sus gasistas, que como vimos, no tienen respaldo documental para dar cuenta de sus gestiones.

Ineficiencias por parte de los gasistas

En cuanto a los gasistas el entrevistado consignó: "no todos los matriculados deberían estar en condiciones de tomar una obra de una propiedad horizontal. Los edificios que llevan alrededor de 6 meses de corte o más responden a la ineficiencia del gasista que no supera en las inspecciones respectivas de Litoral Gas las exigencias sobre las obras. Esto puede obedecer a falta de conocimientos técnicos, falta de recursos o de personal a cargo. Litoral Gas o ENARGAS deben tomar intervención y clasificar a los técnicos según su idoneidad para esta escala de trabajos, considerando que una elección equivocada multiplica los plazos".

Sobre este tema, a su vez entrevistamos a Jorge Cribb, gasista matriculado de primera categoría, dirigente de la agrupación "Unidos por el cambio", miembro de la Asociación de Gasistas Matriculados. El entrevistado dio su visión sobre Litoral Gas antes y después de la tragedia y puntualmente denuncia que la empresa solicita al matriculado "que ejerza el poder de policía, poder que es indelegable y potestad exclusiva del ENARGAS y de las concesionarias". La agrupación que conduce, se está oponiendo a este accionar y realizó presentaciones al respecto, ante la Auditoría General de la Nación.

"Pretenden que cuando los llaman por una obra, no sólo se ocupen de eso sino que también el gasista intervenga en todos los departamentos o en todo el condominio controlando medidores. Que entre a los domicilios y revise que toda la instalación esté en condiciones, realizar un plano y certificar de que no hay pérdida y que la instalación está en condiciones de seguir funcionando. Esto obliga a asumir responsabilidades que no le corresponden al gasista matriculado". Y explicó: "si Litoral Gas tiene interés en inspeccionar debe enviar una notificación y ahí sí puede asumir la tarea un gasista matriculado".



El modo condicional

Para cerrar, compartimos el análisis pericial de causas de la explosión en el edificio de Salta 2141. El informe, realizado por la empresa GIE que se dedica a análisis de causa raíz, revela que no hubo seguimiento de protocolo, por parte del gasista que intervino el edificio.



En el último párrafo del apartado "Conclusiones" se lee lo siguiente:
"De haberse seguido los procedimientos legales y de haberse cumplido con las normas de seguridad el siniestro no se habría producido". Ese modo verbal condicional que nos recuerda tan certeramente y sin rodeos que nuestra vida cotidiana está plagada de tragedias latentes, pero que no pasa nada, hasta que pasa.